Señoras y Señores:
Cuando comenzaba la década de los 90, un grupo de profesores de Bachillerato fue capaz de hacer realidad un proyecto ambicioso: crear un seminario alrededor de una disciplina que no estaba recogida ni en los currículos ni en los planes de estudio de los centros educativos: la Historia de la Ciencia. José Montesinos, recién llegado a La Orotava de tierras peninsulares, supo transmitir la energía necesaria para que un equipo de compañeros formado por José Luis Prieto, Miguel Hernández y Sergio Toledo, le acompañaran en la aventura. Todos ellos, asumieron el reto y se propusieron ofrecer a la comunidad educativa la posibilidad de formarse en una materia, que por qué no decirlo, nos resultaba extraña y desconocida a la mayoría.
Después de las preceptivas sesiones preparatorias diseñaron el primer Seminario titulado “Historia de la Geometría Griega” que se impartió durante el curso 1991-92 en el IES Villalba Hervás de la Orotava. Tengo frescas en mi memoria las tertulias del día siguiente, en la cafetería del instituto, donde se continuaban los debates que seguían a las conferencias de los ponentes. Era frecuente oír al filósofo discutir con el físico y a éste discrepar con el matemático, quien no se ponía de acuerdo con el biólogo. Este es para mí, sin ningún género de dudas, el gran legado del Seminario Orotava: fomentar una cultura interdisciplinar que nos hizo perder el miedo a sentirnos intrusos en una materia ajena a la nuestra, propiciar el clima para que un científico pudiese hablar con libertad de filosofía o un filósofo se atreviese a disertar sobre ciencia. El Seminario Orotava contribuyó decisivamente a derribar los sólidos muros de contención que mantenían parcelado el conocimiento. La mayoría de nosotros fuimos formados en un ambiente segregador que dividía los currículos, las materias, y hasta nuestra forma de pensar en ciencias y letras, muchos aprendimos con el Seminario Orotava que era posible otra cultura más acorde con la génesis de las ideas.
Tras esta primera edición los coordinadores tomaron impulso, llegó la hora de la expansión y, con ella, una época de sacrificio, trabajo y dedicación. El Seminario Orotava llegó al aula Magna de las Facultades de Física y Matemáticas de la ULL y a la isla de Gran Canaria. Hubo un momento en el que las sesiones se repetían en las tres sedes, La Orotava, La Laguna y Las Palmas. Pronto, fue indispensable buscar apoyos para dar cobertura permanente al Seminario y poder sostener su desarrollo. En esta primera etapa fue fundamental la actitud receptiva y el espíritu de colaboración permanente del entonces alcalde de la Villa de la Orotava, D. Isaac Valencia Domínguez, quien hizo posible que el Seminario dispusiese de los primeros recursos para emprender su aventura. Más tarde la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias incluyó nuestro Seminario como curso de perfeccionamiento del profesorado, contribuyó a sufragar una pequeña dieta con la que se pretendía compensar mínimamente a los conferenciantes y comenzó a publicar las actas de las ponencias de las sucesivas ediciones del Seminario. Nuestro reconocimiento y agradecimiento a todas las personas que colaboraron generosamente con este proyecto. Si hemos cumplido 25 años es también gracias a ellas.
El Seminario Orotava siempre buscó abrir nuevas fronteras, el foro de formación para el profesorado se enriqueció cuando fueron llegando especialistas, historiadores de la ciencia de prestigio nacional e internacional, hoy podemos decir con orgullo que han pasado por La Orotava personajes muy importantes del mundo de las ideas, quienes nunca regatearon elogios a nuestro Seminario. Con ellos, con los grandes especialistas hemos convivido, hemos debatido, hemos aprendido y, sobre todo, hemos crecido. Tras el primer año, el Seminario Orotava emprendió un viaje en el tiempo por el desarrollo de las ideas desde el mundo griego hasta la ciencia contemporánea. Esta primera aventura duró 5 años, con la VI edición titulada Ciencia y Cultura en la Grecia Antigua, Clásica y Helenística, volvimos a Grecia y con ello nos dispusimos a recorrer de nuevo la Historia de la Ciencia hasta nuestros días, pero ya la desmenuzamos con otra mirada. Con todo, llegó el momento de intentar consolidar lo que el Seminario Orotava había hecho posible y para ello, fue necesario convencer a las autoridades políticas de la conveniencia de dotar al proyecto de una estructura estable para afrontar retos de mayor envergadura, de aquel esfuerzo compartido por muchas personas, surgió la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia. En febrero de 1999 se firmó el acta fundacional de FUNDORO. En aquel momento hubo personajes que nos ayudaron decisivamente a empezar a caminar: como D. Francisco Linares García quien nunca ha dejado de apoyarnos, como D. José Miguel Ruano León quien creyó en el proyecto desde el principio, o como D. Ricardo Melchior Navarro quien también apostó por nosotros.
Pero la historia de FUNDORO (debo decirles que dentro de 1 mes cumplirá 17 años) la contaremos otro día, sigamos con nuestro Seminario Orotava.
Con el paso del tiempo perdimos algunas buenas costumbres, todo hay que decirlo, como la de entregar en cada una de las sesiones la siguiente conferencia fotocopiada, y con ello, ofrecer la oportunidad de trabajarla antes de oírla. Como diría el optimista, un pasito atrás para seguir avanzando.
La octava edición trató sobre Galileo y la Gestación de la Ciencia Moderna, en realidad, fue un curso preparatorio del Eurosymposium Galileo celebrado en el Puerto de la Cruz en el año 2001, al que acudieron los más grandes expertos galileanos del mundo y que sirvió para situar a FUNDORO en el escaparate internacional. Fruto de ese congreso y de la facilidad con la que José Montesinos ha cultivado siempre las relaciones internacionales, la Fundación pudo firmar un convenio de colaboración con el Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia de Berlín, cuyo director, Jürgen Renn será ponente de esta edición especial del Seminario Orotava allá por el mes de junio. No puedo dejar de citar tampoco la edición número XVIII celebrada durante el curso 2008-2009, dedicada al Año Darwin que llevó por título El Darwinismo Hoy. Para esa edición contamos con la colaboración de la Facultad de Biología de la ULL y de la inestimable ayuda del profesor Joaquín Fernández Pérez, catedrático de Biología Celular de la Universidad Complutense de Madrid. Gracias a él logramos reunir a un elenco de especialistas darwinistas de prestigio mundial, los tres primeros llenaron a rebosar el aula 1 de la Facultad de Biología hasta tal punto de obligarnos a trasladar las sesiones al aula magna de las Facultades de Física y Matemáticas, cuyo aforo era superior, y donde también colgamos el cartel de no hay billetes en la mayoría de las conferencias. Algunos colegas de la Facultad de Biología todavía me recuerdan el éxito de aquellas jornadas. El amigo Joaquín Fernández volverá a estar muy pronto con nosotros, pues será el encargado de impartir la tercera de las ponencias de la presente edición del Seminario en el próximo mes de febrero. Y en eso, llegó la crisis, y con ella los recortes, ya no vinieron ponentes externos, hubo que sobrevivir, y lo hicimos con dignidad. Pero no debemos olvidar que creceremos en la medida en la que seamos capaces de exportar nuestra actividad, de hacerla competitiva con los mejores proyectos culturales y, para eso, necesitamos volver a contar en el panorama nacional e internacional, por ello nos proponemos recuperar, a poco que mejore la situación económica, la capacidad de traer a algunos de los mejores especialistas de Historia de la Ciencia para que vuelvan a formar parte de nuestro Seminario.
Al llegar a la edición XXI, se decidió cambiar el formato del Seminario y adoptamos, entonces, la fórmula Ciencia y Cultura en sus textos, lo que desvinculó las ponencias de un espacio temporal determinado.
Amigas, amigos, hemos preparado en esta edición especial de nuestro Seminario 10 conferencias impartidas por personas vinculadas a FUNDORO, queremos agradecer a través de ellas, a todos los ponentes que han pasado por el seminario su dedicación y su generosidad, muy especialmente a los que ya no están físicamente con nosotros, su recuerdo perdurará para siempre en nuestra memoria. En honor a todos los conferenciantes del Seminario Orotava, ha sido nuestro deseo que los nombres de cada uno de ellos figuren en la contraportada de nuestro programa. La imagen de la portada y del cartel, es una adaptación de la que diseñó Mila Ruiz para el Simposium Proyecto Humboldt 2002-2004, que sirvió de homenaje a José Luis Prieto Pérez, él, no podía dejar de estar presente en esta celebración. En la edición conmemorativa de los XXV años del Seminario decidimos que cada uno de los ponentes eligiese libremente el tema de su intervención, no busquen, por tanto, un hilo conductor en la temática de las mismas.
Nuestro agradecimiento a cada una de las instituciones que conforman nuestro Patronato: a la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, al Cabildo Insular de Tenerife, al Ayuntamiento de la Villa de La Orotava y a la Universidad de La Laguna, por hacer posible que FUNDORO continúe desarrollando sus actividades. Gracias, especialmente, a las personas que están o han estado al frente de esas instituciones y que no se conformaron con firmar una subvención sino que hicieron suyo el proyecto fundacional. Nuestra gratitud también a la Universidad Europea de Canarias, por la cordialidad con la que nos ha recibido y la predisposición que mostró, desde el principio, a colaborar con esta edición conmemorativa del Seminario Orotava.
Por último quiero reiterar que la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia es un proyecto cultural abierto al que, desde luego, están todos invitados a participar. El Seminario Orotava seguirá siendo nuestro buque insignia y será objetivo prioritario de este equipo directivo acercarlo cada día más a un público amplio y diverso, proponiendo sesiones que despierten el interés general. Espero que disfruten de esta edición conmemorativa y que el Seminario Orotava de Historia de la Ciencia pueda gozar, aún, de una larga vida.
Gracias.