James Hutton (1726-1797)
Nació en Edimburgo, hijo de un comerciante. En su universidad empezó estudiando Derecho, pero cambió a Medicina. Luego estudió dos años en París y finalmente recibió su título en la Universidad de Lovaina, Holanda. Más interesado por la química que por el ejercicio de su profesión, desarrolló con su amigo James Davie un método para obtener cloruro de amonio a partir del carbón, lo que le proporcionó suficientes ganancias para abandonar la medicina y dedicarse a la agricultura. El estudio de la acción del agua sobre el suelo y las rocas fue el origen de su interés por la geología. En 1768 regresó a Edimburgo y a la vez que dirigía la construcción de un canal aprovechó para proseguir su formación intelectual asistiendo a las reuniones de las sociedades científicas; allí estableció amistad con los químicos Joseph Black y John Priestley, con el economista Adam Smith y con el físico y matemático John Playfair.
Publicó sus primeros trabajos sobre geología en 1788 en las Transactions de la Royal Society de Edimburgo, describiendo los efectos de las lluvias, ríos, mareas y volcanes en la configuración del paisaje terrestre. Hutton partía de la base de que los procesos geológicos del pasado podían estudiarse a partir de los fenómenos del presente, pues seguían actuando las mismas leyes y causas en la Naturaleza; este punto de vista era una novedad y fue llamado “uniformismo”. Daba por supuesto que la geología de la Tierra testimoniaba una antigüedad inconmensurable, una idea que chocaba frontalmente con la creencia cristiana, apoyada en la lectura literal de la Biblia, de que el planeta tenía unos pocos miles de años. Consideraba que el granito y el gneis eran la solidificación de magma fundido y que los basaltos eran la consolidación de antiguas lavas. Editó varios libros con una miscelánea de temas de filosofía natural, entre ellos Filosofía de la luz, el calor y el fuego (1794).
Para contestar a sus críticos publicó en 1795, a partir de sus estudios de campo, su extensa obra Teoría de la Tierra donde presentaba toda la evidencia disponible en favor de sus argumentos. La escritura de Hutton era muy abstrusa y difícil de entender, lo que generó numerosos malentendidos y limitó la difusión de sus ideas, que sólo comenzaron a popularizarse tras la publicación en 1802 de Ilustraciones de la teoría de Hutton sobre la Tierra, obra de John Playfair, compañero de sus excursiones geológicas. La ciencia británica lo considera el padre de la geología contemporánea. Como buen agricultor se había interesado por la meteorología y publicó un artículo exponiendo que la lluvia dependía de la humedad del aire y las corrientes atmosféricas. En sus últimos años estuvo preparando unos Elementos de Agricultura, que no tuvo tiempo de publicar.