Cartas de Pedro Maffiotte, 1854-55
Las Palmas, 1854-55
Durante su visita a Gran Canaria, Lyell trabó amistad, a través del cónsul de Inglaterra, Mr. Houghton, con el ingeniero tinerfeño Pedro Maffiotte Arocha (1814-1870), quien desde 1851 a 1865 dirigió diversas obras públicas en Gran Canaria. Además de acompañar a Lyell y Hartung en algunas excursiones por la isla, mantuvo posteriormente correspondencia con el primero, a quien envió especimenes de fósiles, particularmente conchas, halladas en los trabajos de excavación de terrenos para la realización de carreteras o en las obras del muelle del Puerto de la Luz. Las cartas fueron escritas en francés, idioma en el que se comunicaba con Lyell, porque su padre, Michel Maffiotte, fue un timonel francés que había sido deportado a Tenerife en 1809 como prisionero de guerra.
1ª Carta
Las Palmas, 4 de julio de 1854
Sir Charles Lyell
Señor, debo darle mil gracias por sus obras de geología, que usted me ha enviado a través del señor Castillo, hijo del Conde de la Vega Grande. He comenzado con el mayor interés la lectura de los Elementos, traducidos por mi sabio compatriota Ezquerra.
Mi padre le hará llegar, por medio de la Casa Bruce, una cajita conteniendo algunas conchas. Lo que he podido obtener en Hornos del Rey se halla separado. Puse a trabajar a algunos operarios, pero pocas cosas pudieron conseguir, que le envío.
También encontrará usted grandes conos y otras conchas que he encontrado en un desmonte que realicé para la construcción de una carretera en los “Arenales de Santa Catalina”. El croquis adjunto le dará a conocer el emplazamiento, así como el espesor de las capas de arena y dónde se encuentran. He pensado que era conveniente remitirle muestras de esas capas que he marcado con los mismos números de referencia que las conchas.
Reciba, señor, la seguridad de mi más completa consideración,
Pedro Maffiotte
2ª Carta
Las Palmas / Gran Canaria / 28 de mayo de 1855
Señor:
Mi última carta, remitida al debido cuidado del señor Vizconde de la Vega Grande, le ha llegado, sin duda. Desde entonces he dispuesto de pocas ocasiones para ocuparme de geología; no obstante, creo que podría interesarle saber que al excavar los cimientos de una casa que ha hecho construir el señor Houghton muy cerca de la que él habita, es decir, en el centro de la ciudad, se ha encontrado las mismas capas de arena y las mismas conchas que las que le envié provenientes de Santa Catalina.
Me sentiré siempre muy halagado de recibir noticias suyas y le ruego que me crea sinceramente su más humilde servidor.
Pedro Maffiotte
3ª Carta
Las Palmas, 11 de diciembre de 1855
Señor, he recibido hoy el “Manual of Elementary Geology”, que me ha entregado el señor Vizconde de la Vega Grande, que llegó aquí hace cinco o seis días. Al testimoniarle mi profundo agradecimiento por el regalo de esta obra permítame decirle que lo que usted ha tenido a bien añadir en ella aumenta infinitamente la estima que le profeso.
Las obras públicas, suspendidas desde hacía bastantes semanas, se han reemprendido hace cuatro semanas. En un desmonte que he realizado cerca del puente grande, enfrente de Mata, he encontrado algunas patellae y dos o tres hellix, casi reducidas a polvo de cal y que se rompen en el momento de tocarlas. Hay también fragmentos de patellae que sólo están semicalcinados.
A pesar de todo el cuidado que he puesto para extraer algo de utilidad no he podido tener éxito todavía. No desespero de poderle enviar algunas de esas conchas, habiendo puesto un operario muy diestro a realizar ese trabajo. Lo que me extraña es que en los intersticios de los pedregales y de la lava donde se hallan las conchas, estando a una altura de 51 metros, se encuentra el mismo olor que tienen las algas en la orilla del mar.
Tenga usted a bien aceptar, señor, la seguridad de la alta consideración de su humilde servidor,
Pedro Maffiotte