Imagen de la semana 26 de agosto de 2011
© Proyecto Turismo, Ciencia y Salud. Cedido para su digitalización por el Museo Canario
Betancuria
Betancuria, una aldea antigua y reducida, interpretada a lápiz en 1890. Situada en la parte inferior de un valle serpenteante, rodeada por colinas y por altas palmeras, como un refugio acogedor en medio del desierto. En primer plano, su iglesia y su monasterio rodeados por casas con huertas y jardines, por campos de pasto y grano maduro. Había por entonces no pocas casas abandonadas, viviendas en ruinas a las que el propio autor del libro en el que se publicó este dibujo, John Whitford, les calculó poco tiempo para su derrumbe definitivo. John Whitford llegó a Betancuria en camello, con carta de presentación en mano –como era la costumbre- para evitar desconfianzas entre los vecinos y poder acceder fácilmente al encuentro con los principales del lugar. Consiguió así, por lo menos, que le abrieran las puertas de la iglesia y pudo por fin satisfacer su curiosidad por ver el interior.
Texto: Masu Rodríguez